miércoles, 6 de marzo de 2013

¿Qué es la Asertividad? ¿Para qué ser Asertivos?


La Asertividad es un término empleado para describir la actitud que necesitamos asumir para comunicarnos y gestionar nuestras relaciones interpersonales adecuada y exitosamente. Pero para comprender qué es ser Asertivos, necesitamos ubicarnos en el contexto de nuestras relaciones y revisar cuáles son las formas típicas de comunicación que comúnmente utilizamos:
  • Agresividad. Somos agresivos cuando tomamos únicamente en consideración nuestros sentimientos y lo que creemos bueno para nosotros, olvidándonos o despreciando los ajenos al punto de creer que tenemos el derecho de imponernos a los demás. Bajo esta perspectiva, consideramos resolver las diferencias por el conflicto donde hay un ganador y un perdedor.
Aunque esto parece funcionar con ciertas personas y situaciones, a la larga terminamos recibiendo más violencia de vuelta o perdiendo a nuestros seres queridos que prefieren alejarse de nosotros.

  • Pasividad. En este caso nos privamos de hacer valer nuestros derechos y/o puntos de vista por el temor al conflicto y/o el rechazo, cediendo a la violencia, la presión, el chantaje o la manipulación. 
Esta actitud tampoco resuelve nuestros problemas, porque terminamos sintiéndonos mal con nosotros mismos, siendo infravalorados por otros y permaneciendo en situaciones que nos causan insatisfacción e infelicidad.

  • La Asertividad a diferencia de las anteriores, es una forma de aplicación de la inteligencia emocional en la que asumimos la responsabilidad de nuestros sentimientos, ideas y emociones, y decidimos expresarlos honestamente tomando en cuenta y respetando los derechos y emociones ajenas.
Ser asertivos implica ser leales a nosotros mismos pero comprendiendo que no hace falta ni imponernos, ni ceder a la presión de otros, pues cada quien tiene su versión de la verdad que es tan válida como la nuestra.

Puntos Clave para ser Asertivos

La Comunicación Asertiva no es algo que se logra instantáneamente, pero puede aprenderse y aplicarse tomando en cuenta los siguientes tips para emplear en cualquier situación de nuestra vida:

  • Hablar en primera persona: usamos “YO” evitando emplear “TÚ” para expresar nuestros sentimientos y pensamientos, de forma que evitemos culpabilizar, responsabilizar y/o poner palabras en la boca de otros. Nos centramos en las causas de los problemas y no en juzgar a los demás.
  • Usar el lenguaje corporal: miramos a las personas a los ojos cuando vamos a hablar y evitamos dar la espalda o cruzarnos de brazos manteniendo una actitud abierta y receptiva. Nuestro cuerpo está derecho y erguido, en dirección a nuestro interlocutor y nuestros gestos acompañan nuestras palabras.
  • Saber lo que queremos: sabemos qué queremos cuando nos comunicamos con alguien y nos centramos en hacer valer nuestro punto de vista y negociar una solución a los conflictos directamente, con respeto y sinceridad.
  • Hablar con claridad y honestidad: nos expresamos en un tono de voz claro, evitando hablar entre dientes o murmurando. Somos coherentes con nuestros sentimientos y palabras: decimos “SÍ” cuando queremos decir que sí y, decimos “NO” cuando queremos decir que no.
  • Cuidar de nuestras palabras y tono de voz: mantenemos nuestro tono de voz en un nivel conversacional, evitando los gritos, tonos llorosos o decir cosas de las que podamos arrepentirnos luego. Podemos actuar o expresar lo que pensamos sin necesidad de herir a los demás.
  • Abandonamos la búsqueda de aprobación ajena: dejamos de lado el hábito de pensar si los demás nos rechazarán o se enojarán porque hagamos o digamos las cosas importantes para nosotros. Del mismo modo, somos firmes y dejamos de lado a las personas y/o situaciones que vulneran nuestros derechos o atentan contra nuestra integridad personal. 
  • Escuchar con empatía: escuchamos a las personas con atención e intentamos conectar con sus sentimientos y pensamientos para darles nuestro feedback, independientemente de que estemos de acuerdo o no con ellas.
  • Responsabilizarnos por nosotros mismos: aceptamos que nadie más es responsable por cómo actuamos o quiénes somos. Nuestros deseos son tan reales como los de cualquiera y somos libres de decidir si seguimos los consejos o indicaciones de otros. Igualmente, no nos culpabilizamos o quejamos por el comportamiento de otras personas.

Ejercicio para practicar la asertividad:

  1. Pensemos una situación de nuestra vida en la cual quisiéramos ser Asertivos, por ejemplo: pedir un aumento de sueldo a nuestro jefe o decir a nuestra pareja algo que no nos gusta. 
  2. Tomemos nota de lo que nos afecta y queremos cambiar de la situación y practiquemos expresándonos frente a un espejo utilizando los tips para ser Asertivos que aplican para nosotros. 
  3. Una vez hayamos adquirido un poco de confianza en nuestra práctica, nos aproximamos a la persona y le hacemos nuestro planteamiento, teniendo presente el ser Asertivos y revisemos: ¿Cómo cambia la situación? ¿Cómo nos sentimos? ¿Hemos manejado mejor la situación que antes?

Para reforzar nuestra práctica, tomemos diversas situaciones de la vida diaria para ejercitar la asertividad, como por ejemplo: esperando ser atendidos en el supermercado, al conversar con nuestros hijos, al responderle a un desconocido, etc.

Aprender a comunicarse asertivamente lleva tiempo, pero mientras más practiquemos, más asertivos seremos y nuestra autoestima y relaciones mejorarán significativamente.


Agradecimientos a Verónica Chavez Chinea por la revisión de la versión preliminar del texto.

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