martes, 26 de febrero de 2013

¿Qué es la Inteligencia Emocional?


¿Para qué nos sirve?


La palabra “emoción” puede ser definida como energía en movimiento. Las emociones son la fuerza que nos mueve interna y externamente, produciendo una influencia positiva o negativa en nuestra salud, nuestra claridad de pensamiento y capacidad de expresión. Pero no sólo eso, las emociones también condicionan nuestras conductas, nuestras relaciones con el mundo exterior y la calidad de las experiencias de nuestra vida. Por ejemplo, si llegamos cansados a casa luego de un extenuante día de trabajo y nuestra mascota nos recibe con saltos de alegría, olvidaremos todo para sentirnos embargados por el bienestar. Nos sentiremos mejor y hasta renovados. En contraste, un acceso de negatividad puede hacernos mucho daño. ¿Cuántas veces nos hemos arrepentido de haber dicho o hecho algo a un ser querido luego de un ataque de ira? Esto nos demuestra el gran poder de las emociones sobre nosotros y la importancia de saber gestionarlas adecuadamente.

En su libro La Inteligencia Emocional en la empresa (1998), Daniel Goleman se refiere a la Inteligencia Emocional como "la capacidad de reconocer los sentimientos propios y los ajenos, la capacidad de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones".

Entonces, una persona inteligente emocionalmente, es alguien que es capaz de reconocer y manejar las emociones propias y las de los demás, de forma que conspiren con su éxito y el bienestar común. Ser inteligentes emocionalmente implica que también somos capaces de generarnos voluntariamente las emociones positivas que necesitamos para experimentar bienestar, motivarnos y alcanzar nuestros sueños.

¿Cómo desarrollar la Inteligencia Emocional?

La Inteligencia Emocional comprende cinco aptitudes emocionales agrupadas en dos grandes áreas según su esfera o rango de acción, las cuales podemos conocer y desarrollar progresivamente. Éstas son:

 Auto-Conocimiento: – o capacidad de conocer nuestros estados internos, saber cuáles son las creencias y valores que le dan sentido a nuestras vidas. Nuestras emociones y sus efectos.

Auto-regulación: - Es la habilidad de comprender y manejar nuestras emociones apropiadamente, para elegir cual será nuestra respuesta. Implica la transformación y liberación de las emociones negativas tales como el miedo y la rabia en motivadores para la acción positiva.

Auto- Motivación: –Es la habilidad de generarnos emociones positivas voluntariamente, generando autoestima y autoconfianza. Es aprender a decirnos a nosotros mismos ¡yo quiero y yo puedo!

Empatía: – Es la capacidad de percibir los sentimientos y preocupaciones de otros, entender su perspectiva y reconocer sus emociones independientemente de que nos parezcan correctas o no.

Habilidades Sociales: - Es la capacidad de conectar y gestionar las emociones en otros, aplicar la empatía y comunicarnos asertivamente para influir, servir  y relacionarnos positivamente con los demás.

Como tarea, los invito a aplicar por esta semana este ejercicio para desarrollar la Inteligencia Emocional:

1- Pensemos un lugar de nuestro entorno de vida, puede ser el trabajo o la casa y hagámonos las siguientes preguntas:
¿Cuándo fue la última vez que nos reímos en el trabajo? ¿Por qué lo hicimos? ¿Cómo nos sentimos? ¿Compartieron los demás esa diversión? ¿Cómo influyó eso cuando reanudamos nuestras actividades?
¿Cuándo fue la última vez que estuvimos molestos en el trabajo? ¿Por qué estábamos molestos? ¿Qué impacto tuvo eso en nuestras interacciones con otros? ¿Para qué nos sirvió estar molestos?
2- Pensemos: ¿Qué podríamos hacer para repetir las situaciones positivas y replicar sus efectos en nuestro trabajo?
Al realizarlo, aprenderemos a reconocer nuestras emociones y sus efectos en nosotros mismos y en otros, así como a ir desarrollando la empatía y la creatividad para generar emociones positivas que conspiren positivamente en nuestras vidas. ¡Me encantaría que me dejaran sus comentarios!

Referencias:

Goleman D. “La inteligencia emocional en la empresa”. Ed.  Vergara. 1.999
Lynn A. “50 Actividades para Desarrollar la Inteligencia Emocional”. Ed. Centro de Estudios Ramón
Areces, S.A. 2.000.

Agradecimientos a Verónica Chávez Chinea por leer la versión preliminar de este post.

martes, 19 de febrero de 2013

¿Qué es el amor en nuestra vida diaria?

“..Como siempre puedo elegir, yo elijo el amor..”
                                                          Deepak Chopra

Aprovechando que recientemente fue el día de los enamorados, es interesante intercambiar algunas ideas acerca de lo que es el amor. Hay muchas formas en la que se ha descrito este sentimiento, desde la emoción más pura y excelsa de las novelas románticas, hasta las pasiones más intensas y profanas de los clásicos de Shakespeare o de la literatura griega. Sin embargo, si dejamos de lado la fantasía de vivir un sentimiento dirigido hacia una persona especialísima en un momento particular de la vida y, lo abordamos desde un punto de vista más natural y menos idealista, cabe preguntarse entonces ¿qué es el amor en nuestra vida diaria? ¿Cómo se manifiesta ese sentimiento para nosotros, el común de los mortales, que no tenemos sangre azul ni una herencia mitológica?  

Desde el punto de vista espiritual, el amor es parte de la vida y está entretejido con la naturaleza misma del universo. El amor existe en las personas porque en nuestra esencia, no estamos separados de la naturaleza, somos parte de ella. De hecho, la ciencia recientemente ha demostrado que el ser humano vive más satisfecho y funciona mejor en un entorno amoroso y positivo. Por lo tanto, cabe deducir que el amor es parte esencial de nosotros y al mismo tiempo algo posible, real y necesario en nuestra vida. Una forma sencilla de reconocer la presencia del amor en el día a día, está en lo que llamamos "querer mucho" a alguien. Si definimos el querer como "la aceptación, el respeto y el más puro interés por el bienestar y la felicidad de otra persona" podremos entender que amamos cuando sentimos que respetamos y aceptamos por completo a alguien a pesar que a veces (o muchas veces) haga cosas que no nos gustan y, nos importa muchísimo su bienestar y felicidad.

El amor "verdadero" es pues, el verdadero interés por el bienestar y la felicidad de alguien, dentro de un marco de aceptación y respeto, por el solo hecho de ser quien es. No importa si se trata de tu hijo, tu madre, tu pareja, tu mascota, o cualquier otro ser viviente.

El amor entonces, no es algo que queda confinado exclusivamente al encuentro romántico con una pareja, sino que es una forma de vida, un estado que asumimos por elección. Sin importar lo que  nos haya ocurrido en el pasado, nuestra capacidad de amar permanece intacta. Podemos elegir vivir amorosamente a partir de este instante, o permanecer viviendo desde el miedo, o el odio y la desconfianza. En ambos casos es nuestra decisión personal, la cual definirá como nos aproximamos al mundo y cuáles serán las personas y las situaciones con las que vamos a encontrarnos. 

¿Y cómo podemos vivir más amorosamente?

Hay muchas cosas podemos hacer para abrirnos a experimentar el amor en nuestra vida diaria, empezando por tomar la decisión de vivir desde el amor. Uno de los principales motivadores de los seres humanos es el deseo de “conectar” con otros. Por lo tanto, elegir que nuestra vida sea amorosa y abrir nuestro corazón, es una fuente de bienestar y felicidad de la que disponemos ahora mismo. También podemos elegir amar a la persona que está más cerca nuestro, es decir nosotros mismos. Mientras más amor sintamos por nosotros mismos, más optimistas, fuertes y felices  seremos y menos dependeremos del afecto o aprobación de otros. Aprovechemos también la oportunidad de honrar a nuestra pareja y aceptar que el amor está allí como una oportunidad para el encuentro con el amado y nuestro ser interior y, no para resolver nuestros problemas o carencias. Adicionalmente, podemos extender nuestro afecto, buenos deseos y aceptación sin distinción hacia el mundo que nos rodea. Considerar que algunos deben cumplir con ciertos requisitos para aceptarlos y amarlos es una percepción limitada y condicionada de este sentimiento, que nos limita y causa sufrimiento a todos. El amor es un poder que conduce al encuentro y a la transformación que sobrepasa cualquier sentimiento de duda, miedo o rechazo.

Si decidimos abrir nuestro corazón y reconocer la presencia real del amor en nuestras vidas, lo encontraremos  cada vez con mayor frecuencia. Nos sentiremos mejor, más libres y atraeremos las cosas buenas de la vida como la felicidad, la armonía y la abundancia. Todo esto forma parte de un ciclo de bienestar que se refuerza a sí mismo y corresponde con nuestro ser más profundo.

¿Que opinas acerca del amor en la vida diaria? 

Referencias:
Chopra D. “El camino hacia el amor”. Ed. B S.A. 2007
Bucay J. “Amarse con los ojos abiertos”.  Ed Samsagaz. 2000